Si hay algo por lo que todos los que nos dedicamos a escribir hemos pasado es que, sentimos que se ha dicho todo sobre un tema y que podemos aportar más bien poco. Ya que se ha tratado de todas las formas posibles.
A continuación viene la pregunta ¿sobre qué podría escribir? Entonces te bloqueas y ves como la inspiración se va dando un portazo.
En esos momentos quizás lo mejor que podrías hacer es apagar tu ordenador y salir a la calle, hacer un poco de deporte, pero luego tienes que volver y ponerte.
Tienes todo planificado y lees a otros que lo están haciendo y encima bien, piensas, ¿cómo no se me ha ocurrido a mí?
El primer consejo que te voy a dar tiene que ver con un cambio de enfoque: Escribir un artículo no va de buscar ideas sobre las que nadie haya escrito nunca. Sino que tiene que ver con encontrar otras maneras de comunicarlas.
Cuando estoy bloqueada me pongo a hacer posturas invertidas de yoga, así cambio la perspectiva de lo que veo. Eso me ayuda mucho.
¿Y eso que significa? Pues básicamente ver las cosas desde otra perspectiva. Pongamos un ejemplo, si yo quiero escribir sobre marketing y leo solo sobre marketing: blogs, libros, escucho podcast y solo voy a los eventos sobre el mismo tema, donde además seguramente estarán dando vueltas sobre las mismas ideas. Y todos los que escriben sobre marketing hacen lo mismo.
Pues es normal que todo suene muy parecido
Solución:
Lee algo fuera de tu nicho.
En mi caso, yo leo mucho sobre filosofía oriental, meditación, arte o alimentación.
Estas lecturas me dan un enfoque nueveo sobre temas sobre los que escribo. Puedo tratar ideas que parecen agotadas y encontrar nuevas perspectivas.
Además es una experiencia muy enriquecedora. Una de mis máximas es aprender siempre que escribo. Por lo que no solo escribo para los demás, sino también para mí misma.
Si quieres darle otro aire a tu blog, piensa en temas que se encuentren en la intersección de tu nicho, por ejemplo:
Si escribes sobre alimentación. Habla de los colores de los alimentos, o sobre estilo de vida en general.
Si en cambio escribes sobre finanzas, considera temas como: motivación, hábitos, toma de decisiones.
Comparte tu propia experiencia
De esto se ha hablado mucho y verás muchos artículos escritos tipo: Cómo pasé una semana siendo vegano, Cómo conseguí una lista de 25.000 suscriptores en un mes. Esto funciona por la sencilla razón de que buscamos la conexión con personas que están pasando por la misma situación.
Compartir tu experiencia te hará destacar entre la multitud.
Además darás una personalidad a tus escritos que será por aquello por lo que tus lectores/clientes te siguen.
Ya se ha dicho todo, pero no lo han escuchado de tí.
Una nueva historia, una nueva metáfora, un giro original o una redacción diferente: pueden ayudar a los lectores a captar tu mensaje, incluso si lo han escuchado todo antes.
Como ser original. Tú eres único.
Tú sabes ya lo que estoy contando. Tienes experiencias, ideas, ejemplos o historias que son solo tuyas. Una voz única. Así que aparca la originalidad y comparte tu conocimiento y experiencia.
Hacer listas de artículos
Este es un recurso que considero muy útil. Hay temas que son muy interesantes, pero demasiado amplios o complejos, de manera que sería mucho para un solo artículo.
Solución:
Trocéalo.
Así tus lectores explorar sobre un tema con mucho más detalles y a ti te dará la oportunidad de profundizar mucho más. A veces echo de menos eso en muchos artículos, que se quedan en la superficie y no van más allá. Es tu oportunidad.
Un artículo o cualquier escrito que tenga voz propia, destacará entre la multitud. Los lectores que lean tus emails, posts o los textos de tu web se sentirán más cercanos a tí, porque tendrán la sensación de conocerte, como si de verdad escucharan tu voz.
Te preguntarás si eso es solo para los escritores de ficción y si en el caso del trabajo por ejemplo de los escritores de marketing de contenidos es necesario y yo os contesto con un rotundo: SI
Esa será tu firma y en muchas ocasiones será tu expertise junto con tu voz la que incline la balanza a conseguir un trabajo.
Con internet pasa que encuentro muchos contenidos que suenan igual, sobre todo si siguen al pie de la letra las normas SEO. Son esos que no se recuerdan, porque realmente no dicen nada.
Creo que todos nos enfrentamos al dilema de búsqueda de la voz propia, eso que nos diferencia del resto de escritores. En este artículo me gustaría compartir algunos hallazgos de mi propia búsqueda en forma de 11 consejos, por si puede ayudaros.
Lo primero que me gustaría resaltar es que no hay una sola voz. En nuestra vida cotidiana tenemos diferentes “personalidades” según la situación en la que nos encontremos. Serás más formal en una entrevista de trabajo, más cercano cuando hables con tu madre, o más relajado si hablas con un amigo.
Y claro, esto puede traspasarse a la escritura, tendremos diferentes voces como escritores, en función del tipo de lector al que nos dirijamos.
Esto nos lleva al primer punto a tener en cuenta: cuando estamos en la búsqueda de nuestra voz, es fundamental también tener en mente a nuestra a audiencia.
¿A quién nos dirigimos ? ¿Qué intereses tienen?
Encontrar nuestra voz se convierte entonces en la búsqueda de un discurso que nos sirva a nosotros, pero también a nuestro público.
Foto de Joshua Ness para Unsplash
¿Para quién escribes?
A veces cuando comenzamos a escribir o creamos un blog, no tenemos muy claro a quién nos vamos a dirigir. Es un problema muy común. Si no sabes quienes son tus lectores, entonces ¿cómo encuentras tu discurso?
Una solución
Pensar en la audiencia que nos gustaría tener. Y escribimos para ellos. Ellos están en nuestra cabeza, pero es muy importante que los describamos
¿Cómo son? ¿Qué leen? ¿Qué preocupaciones tienen? Mientras más detallada sea esa descripción, más clara tendrás la imagen y cada vez que escribas los tendrás en mente.
Si ya tienes una audiencia, lo tendrás más fácil. Averigua más de ellos. Pregunta, haz encuestas en las redes sociales, o a través de la newsletter. Al conocerlos aprenderás a encontrar tu discurso.
Ahora que ya los conocemos, debemos de encontrar la forma de escribir en la que nos sintamos cómodos.
Foto de Christin Hume para Unsplash
Y tú…¿Quién eres, como escritor?
Si todavía no sabes y sigues probando para encontrar tu voz. Aquí te dejo una lista de cosas que puedes explorar:
Empieza por tí mismo. Haz una lista de cosas que te describan y lo que quieres comunicar.
La voz se entrena. La voz no es algo innato que está ahí. La voz se va desarrollando con el paso de los años y la práctica. Escribe, escribe y ensaya con diferentes estilos de escritura. Lee a otros escritores que te gusten, analízalos, imita los estilos. Si, primero imitas y luego encuentras tu propio estilo.
Escribe sobre cosas que te gustan. Esto es muy importante, ya que te costará mucho menos trabajo encontrar tu voz.
Añade detalles a tus posts que hagan la historia más viva. No tienen que ser muchos, sino los más relevantes. Esos detalles marcarán la diferencia.
No tengas miedo de incluir sentimientos, pasión a lo que escribes. Recuerda que estamos comunicando y eso hará nuestros escritos más reales.
No evites el humor. Incluir pequeñas bromas aunque solo te hagan gracia a ti.
Lee en voz alta. Ésto lo hago con todos mis artículos, ¿Cómo te suenan? ¿Suenan a ti?
Escribe durante unos pocos minutos sin preocuparte sobre qué estás escribiendo, la gramática o la oración. Eso te ayudará a calentar antes de ponerte al trabajo y rebajará la presión ante la página en blanco.
Trata temas que conozcas bien y explícalos pensando en alguien que no sepa mucho del tema y que por eso ha ido precisamente a tu contenido.
Como has podido leer y es una idea en la que he insistido en otros artículos, mi mantra personal. Ser escritor no tiene porque ser algo innato, es algo que se entrena y hay que trabajar mucho.
No te engañes con la idea de que la inspiración, la voz, los grandes artículos vendrán un día como por arte de magia.
Eso es el resultado de un camino que vamos haciendo trabajando.
I didn’t really want to be part of a clique or a niche. But I also was looking for my own voice, as a writer, y’know? And a world I could call my own. Tom Waits
Hace unos meses empecé de nuevo mi travesía como escritora freelance, tras un impasse de un año que estuve trabajando en una gran empresa como especialista en content marketing.
Al volver, estuve pensando como enfocar mi trabajo y una de las grandes decisiones a la que me enfrenté fue si me convertía en una escritora generalista o si me especializaba en algo. Mi experiencia me había llevado a trabajar en diferentes nichos y saqué las conclusiones que a continuación os cuento.
Os aseguro que cuando se trata de procesos inútiles y hábitos que no funcionan soy vuestra mejor consejera porque tengo el master y el doctorado terminados. Si queréis el título de escritor inefectivo, solo tienes que cumplir varios de los 7 hábitos del escritor altamente inefectivo.
Perdonad que haya titulado este artículo con una frase tan rotunda. Pero al igual que en otras artes, los escritores se centran mucho en la parte emocional de la profesión, el significado o la belleza de lo que producimos.
Así todavía es normal que escuchemos cosas del tipo “Aunque no ganara dinero seguiría escribiendo”. Estas afirmaciones hacen mucho daño porque, por un lado perpetúan una imagen del artista no profesional que hace arte por el arte y por otro, su alto contenido emocional consigue que cueste terminar los proyectos.
Olvídate de las enseñanzas que ensalzan la lentitud como parte del proceso creativo, que afirman para ser como escritor debes estar dispuesto a pasar horas y horas delante del ordenador buscando las palabras correctas.
Ojo eso puede funcionar para algunas personas, pero no quiere decir que siempre funcione.
Llevo tiempo preparando este artículo. Hay mucho escrito sobre cómo aumentar la creatividad a la hora de escribir o dejar de sufrir los temidos bloqueos del escritor. Esto puede llevarnos a pensar que solo debemos escribir cuando tenemos una idea. Pero no tiene sentido esperar a que la próxima buena idea llegue. Seguramente vas a esperar mucho tiempo y tus páginas seguirán en blanco.
Basándome en mi experiencia y leyendo a otros autores creo que lo más importante para generar ideas y mejorar tu escritura es simplemente escribir.